Un hombre coloca cámaras en su casa para grabar
fantasmas y descubre que su jovencísima y flamante (última) novia mantenía a
escondidas relaciones sexuales con su propio hijo (suyo, no de ella), de 18
años y fruto de su primer matrimonio. Solo después, vio a un “fantasma” real,
al mirarse en el espejo del recibidor.
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