Jerarquías
Un hombre llega
a un convento de clausura y le atienden por una ventanilla.
—¿Por quién
pregunta?
—Por la hermana
María. Le traigo un regalo. Soy su tío del pueblo.
—Ahora ya no es
hermana, es “madre”.
—¡Qué mala
suerte! Si lo llego a saber, le traigo un detallito a su hijo.
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